Chica Americana en Italia by Ruth Orkin

Mi vida es musica e imagenes, no es algo original, pero otra cosa es moverte con musica e imagenes ajenas que ojala pudiera alguna vez capturado con mi camara .

Hoy repasaba uno de mis mayores tesoritos fetiches comprimidos en un cd regrabable ,donde tengo infinitas carpetas de fotagrafos e imagenes que me identifican , me motivan o me inspiran que de una u otra forma se merecen un espacio en el infinito de la red .

Imagenes tan eclectica como la musica que escucho...tan disi­miles como la vida misma y tan contradictoria y desconcertante como mi vida...





Esta imagen es tan urbana y social que me hace sentir culpable de ver también un tono tan chic y glamour.

Esta fotografía la descubrí junto a su autora en una tienda del barrio latino de Paris ,y me causo mucha gracia por el extraño ego adquirido en ese entonces. Mientras en Chile no me miraban ni los perros, en Paris con mi extraño aspecto entre chic e informal causaba miradas que me daban cierto pudor, como el de la chica en la foto.

En ese entonces, claro, era agradable pero después pensé en lo fuerte y agresivo que es para una chica sobre todo si se es púber, ser expuesta a miradas como esas.

Cuando niña, mi desarrollo empezó mas o menos temprano y me incomodaba el cambio de mi cuerpo aun jugaba con muñecas y ni tenia conciencia de lo que estaba pasando con mi cuerpo y lo que generaba este mismo.

Solo hasta hace poco supere un bloqueo mental que había desencadenado un inexplicable rechazo hacia mis senos , los cuales tapaba, y me disgustaban pensando siempre en operármelos y reducir su tamaño a pesar de que estéticamente van con mi cuerpo.

Claro, un día mirándome al espejo y observando que era lo que no me gustaba, se me vino la imagen y hecho bloqueado de un tipo , vendedor ambulante , que pasaba puerta a puerta .
Y estando más gente en casa , le abrí ,y el tipo con una mirada hipnotica me mostraba unas tarjetas a la venta , mientras con la otra mano , con la punta de sus dedos tocaba mis pezones de unos pechos que recién crecían . Aun no sé por que nunca di un grito o le apreté la mano con la puerta , solo recuerdo que quedaba tiesa de terror y este hecho se repitió como dos veces mas hasta que atine a no abrirle mas.

Nunca se lo conté a nadie , y a partir de ahí se me hizo muy doloroso pasar de ser niña a mujer me sentía culpable de se causante de esas provocaciones ,por lo que siempre trataba de esconderme tras ropa ancha , y una apariencia agresiva ,pero no podía evitar miradas lascivas que me cohibían y me hacían llorar .

A medida que fui creciendo mi apariencia fue cambiando y mi mentalidad también,solo quedaba el extraño rechazo personal hacia mis tetas .

El hecho asumir ese recuerdo lo compartí por primera vez el secreto con mi pareja de entonces y se me vino todo tan claro que fui feliz al asumir por primera vez el cuerpo que tenia , con sus curvas y voluptuosidad que alcanzaron al fin ,ese andar femenino y pudoroso que practiqué tan delicadamente en las calles de Paris.